jueves, 10 de febrero de 2011

La Botella, el paro y la asfixia.

Es vox pópuli que en estos días, respirar en Madrid se ha convertido prácticamente en un deporte de riesgo. Hoy mismo, de camino al trabajo, me he parado en seco y me he puesto a observar detenidamente la ya famosa "boina" que nos cubre a todos los que transitamos bajo el cielo de la villa; desde el yupi de Torre Europa hasta el japonés que visita el Prado, pasando por el que pide en la puerta del Corte Inglés de Princesa, aquí todos somos iguales cuando inhalamos y exhalamos. No hay un aire para ricos y otro para pobres, aunque sospecho que la venta de purificadores de aire ha tenido que subir en estos días. Todos, sin excepción, nos estamos envenenando, un poquito más, un poquito mejor. Los que aquí vivimos nos echamos las manos a la cabeza y empezamos a mirar con cierto interés las mascarillas que venden en los bazares chinos.
¿Y que dice la concejala de medio ambiente a todo esto? Pues la buena individua no tiene más opinión que "El paro si que asfixia". Osea, a donde vas, las tres y veinte.
Nos dice, feliz de la vida, que estamos muy lejos de una alerta (también estamos muy lejos de los estándares europeos en medidas de contaminación ambiental, pero ui, eso no lo ha dicho), y que la culpa de todo es del paro, que nos tiene deprimidos. Mira, será que los parados, con la angustia de no tener trabajo, generan más monóxido de carbono al respirar.Qué cosas tiene la vida, oiga.
Desde que esta individua soltó lo de las peras y las manzanas, desbancó a Esperanza Aguirre en mi pequeño ranking de festival del humor político-madrileño. Yo me pregunto, sinceramente, si no habrá parados con estudios en medio ambiente que pudieran mandar a esta señora a su casa, a cuidar de su marido y sus hijos, montar mercadillos de beneficencia y pasear a su perro.
Porque la concejalía de Medio Ambiente de Madrid, empieza a dar pena. Y miedo.

Ahora todos los que vivimos y soñamos en la capital, miramos al cielo y suspiramos, con una terrible certeza : La de que nadie, absolutamente nadie, va a hacer nada por nuestros alvéolos pulmonares, ni por nuestros bronquios.

martes, 8 de febrero de 2011

Carnaval de Cádiz 2011

He sido seguidora de los carnavales de Cádiz desde que tengo uso de razón. Incluso, alguna vez, me aventuré a escribir mis propias letras para alguna chirigota que sacamos en el colegio, o en el instituto.. pero la verdad, desde que estoy en Madrid, es casi como una necesidad. Como si las comparsas, chirigotas, coros y cuartetos me trajeran un poco de ese aire salado del mar, olor a boqueroncitos fritos. Así que llegando mi febrero, me pongo el disfraz y cierro mi paraguas de rutina para que los papelillos y las serpentinas me caigan encima. Para así poder reírme a carcajadas con temas y asuntos que, en otra época del año, me harían llorar.
Que con tanta crisis, tanta guerra y tanta cosa, hay que terminar aprendiendo a sacarle punta a todo, hasta a lo más triste, y carcajearnos un poco de nuestras propias desgracias..
Ahora, a disfrutar del concurso, que promete y mucho, a comentar las agrupaciones, a sentirme, aunque sea desde lejos, parte integrante de la ciudad de España donde hay más gracia por metro cuadrado.. ¡Cádiz!
 ¡Larga vida a Doña Cuaresma y a Don Carnal, y el que no diga ole, que se le seque la hierbabuena!

Nace Boquerones en Madrid

Llevaba tiempo rumiando la idea de crear un blog. Era uno de esos proyectos que, en los momentos más inoportunos, me venía a la mente. Pero aunque lo desechaba por motivos varios (casi todos excusas con bastante poco fundamento), siempre volvía, insistente, como la gripe todos los años. No faltaba a su cita. Así que, pensando ya que tanta insistencia tiene que hacer referencia a alguna especie de plan divino o algo por el estilo, me he decidido por fin a embarcarme en esta aventura en la blogsfera, cuando ésta no está en sus mejores momentos.
Que que Shiva reparta suerte.