Es vox pópuli que en estos días, respirar en Madrid se ha convertido prácticamente en un deporte de riesgo. Hoy mismo, de camino al trabajo, me he parado en seco y me he puesto a observar detenidamente la ya famosa "boina" que nos cubre a todos los que transitamos bajo el cielo de la villa; desde el yupi de Torre Europa hasta el japonés que visita el Prado, pasando por el que pide en la puerta del Corte Inglés de Princesa, aquí todos somos iguales cuando inhalamos y exhalamos. No hay un aire para ricos y otro para pobres, aunque sospecho que la venta de purificadores de aire ha tenido que subir en estos días. Todos, sin excepción, nos estamos envenenando, un poquito más, un poquito mejor. Los que aquí vivimos nos echamos las manos a la cabeza y empezamos a mirar con cierto interés las mascarillas que venden en los bazares chinos.
¿Y que dice la concejala de medio ambiente a todo esto? Pues la buena individua no tiene más opinión que "El paro si que asfixia". Osea, a donde vas, las tres y veinte.
Nos dice, feliz de la vida, que estamos muy lejos de una alerta (también estamos muy lejos de los estándares europeos en medidas de contaminación ambiental, pero ui, eso no lo ha dicho), y que la culpa de todo es del paro, que nos tiene deprimidos. Mira, será que los parados, con la angustia de no tener trabajo, generan más monóxido de carbono al respirar.Qué cosas tiene la vida, oiga.
Desde que esta individua soltó lo de las peras y las manzanas, desbancó a Esperanza Aguirre en mi pequeño ranking de festival del humor político-madrileño. Yo me pregunto, sinceramente, si no habrá parados con estudios en medio ambiente que pudieran mandar a esta señora a su casa, a cuidar de su marido y sus hijos, montar mercadillos de beneficencia y pasear a su perro.
Porque la concejalía de Medio Ambiente de Madrid, empieza a dar pena. Y miedo.
Ahora todos los que vivimos y soñamos en la capital, miramos al cielo y suspiramos, con una terrible certeza : La de que nadie, absolutamente nadie, va a hacer nada por nuestros alvéolos pulmonares, ni por nuestros bronquios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario